Wednesday, February 22, 2017

INTENTO DE ASESINATO EN CONTRA DE LAISAMON BARTRA FLORES, 1913

INTENTO DE ASESINATO EN CONTRA 
DE LAISAMON BARTRA FLORES Y
CONRADO SARMIENTO, TARAPOTO 1913
Por Federico Sarmiento Marchese, Octubre 2016.

El martes 15 de abril de 1913 no fue un día cualquiera en Tarapoto, ese día el Jefe de Gendarmes, Teniente Enrique Villacorta, alcoholizado y desafiante, atemorizó a toda la población agrediendo a diversos ciudadanos con un garrote y haciendo disparos al aire. Al atardecer y anochecer, cuando se encontraba completamente descontrolado intento asesinar primero al señor Laisamon Bartra Flores y luego al señor doctor Conrado Sarmiento Espinoza, completando con esto sus actos desquiciados.
En esa fecha don Conrado Sarmiento había sido recientemente alcalde de Tarapoto y don Laisamon Bartra había sido concejal durante el periodo del doctor Sarmiento, ambos eran personas públicas y conocidas en la ciudad.
Todo lo descrito se desprende de las declaraciones de los testigos que quedaron registradas en el expediente judicial que se encuentra en Moyobamba en el Archivo Regional de San Martín y que consta de más de 100 páginas

Eran las épocas que en Tarapoto sólo había un Juez de Paz (don Justiniano Vigil) y el proceso debía seguirse en Moyobamba con el Juez de Primera Instancia de Moyobamba, Huallaga y San Martin. El alcalde era don Eduardo Jiménez, que había sucedido en el cargo a don Conrado Sarmiento. Don Eduardo Jiménez, como veremos más adelante, fue testigo directo de los hechos.
El expediente comienza con las declaraciones de los peritos que atestiguaron en Tarapoto el 16 de abril de 1913, al día siguiente de los hechos, fueron los señores Elías Linares y Adolfo Pinedo. Primero declaran sobre el examen realizado a don Conrado Sarmiento quien presenta “herida grave en el brazo izquierdo” con “una bala calibre 38” precisando que “la bala ha roto la diáfisis del hueso húmero” y que “no ha salido la bala produciendo una hinchazón que avanza por abajo hasta la mano y por arriba hasta el hombro”, “la curación será larga, dos meses, estando el enfermo expuesto a perder el brazo o a una complicación fatal, la herida necesita de facultativo”.
Luego se relata que el Juez de Paz y los dos peritos antes mencionados, fueron a la casa de don Laisamon Bartra y constataron que tenía una herida leve de pantorrilla de la pierna derecha hecha con arma de fuego con una bala de calibre 38, unos “cardenales en el brazo derecho desde los dedos hasta el hombro y otro en el parietal izquierdo y el frontal hecha con objeto contundente”.
El expediente continua con las declaraciones de los testigos realizadas entre el 18 y 20 de abril de esa misma semana.
Don Eleodoro Delgado declara que en la noche del 15 de abril a eso de las siete de la noche se encontraba paseando con unas amistades (en el proceso están los nombres detallados), entre ellos don Laisamon Bartra. Detalla los lugares por donde pasaron: la casa de don Laisamon Bartra, atravesaron la plaza, llegaron a la esquina de la casa del señor Santiago Bartra Villacorta, luego pasaron por la puerta de la iglesia, continuaron caminando y estando en la esquina del mercado, fueron abordados por el oficial Villacorta quien atacó a garrotazos a don Laisamon Bartra. Cuando fue a pedir ayuda, don Eleodoro oyó la detonación de un disparo hecho por Villacorta al señor Bartra que se hallaba tendido en el suelo, en la declaración se detalla que el teniente Villacorta estaba acompañado por el director del colegio don Arturo Velásquez, quien ante los hechos de violencia trató de contener al oficial. Declara también que conoce al doctor Sarmiento por ser “una persona pendiente de esta localidad”.
Relata que después del ataque a Bartra se retiró a su casa y que a eso de las once de la noche oyó desde su cama tres disparos y que cuando salió a indagar por lo sucedido una vecina le contó que el oficial Villacorta, a mano armada, había allanado la casa de la señora Manuela Morey Arias viuda de Reátegui, hiriendo a su yerno, el señor Conrado Sarmiento.
Don Moisés Rojas, otro de los que estaba paseando con don Laisamon Bartra, agrega más detalles del ataque al señor Bartra indicando que luego de haber sido golpeado, este intentó escaparse de la agresión y es en ese momento donde es herido de bala. Luego se lo llevaron preso y escucharon al teniente gritar amenazando quien pasará delante del cuartel e hizo dos tiros al aire. Luego indica que huyeron a refugiarse a la casa de doña Flor Sandoval, a donde pocos momentos después llego el profesor Ureña herido también por un ataque del teniente Villacorta. Este testigo también confirma que don Conrado Sarmiento fue atacado en el interior de la casa de doña Manuela Morey Arias agregando que el oficial amenazó a doña Flor de María Reátegui Morey viuda de Ramírez Hurtado (cuñada de Conrado Sarmiento) poniéndole el revolver en el pecho.
El señor Daniel Sandoval, otro que estaba paseando con Laisamon Bartra en el momento que fue atacado, agrega que la herida de bala al señor Laisamon Bartra fue en la pantorrilla derecha.
Don Virgilio Hidalgo, quien se encontraba al lado del cuartel, relata que don Laisamon Bartra ya se hallaba encarcelado y que el oficial Villacorta caminaba amenazante en la puerta del cuartel. Relata que el profesor del colegio señor Alfredo Ureña que pasaba por el frente del cuartel fue agredido a palos y disparos por el oficial Villacorta, y que este escapó siendo perseguido a tiros por Villacorta. También relata que el subprefecto se presentó en el cuartel y ordenó se condujera al herido a su casa, en ese momento era entre las nueve y diez de la noche. Este testigo se dirigió luego, como a las diez y media, a la casa de doña Manuela Morey y encontró en el corredor frente a la puerta sentados en silletas al alcalde Eduardo Jiménez, a don Conrado Sarmiento, al profesor Ureña, a doña Flor de María Reátegui Morey a la familia de don Conrado Sarmiento.
Estando conversando con ellos, se presenta el oficial Villacorta y les recrimina por estar en la puerta a altas horas de la noche. Al estar entrando todos a la casa, el doctor Conrado Sarmiento le hace el alto al oficial que quería seguirlos dentro de la casa y ante esto el oficial le descargó dos disparos, uno de ellos lo hirió en el brazo. Al ver tendido a Conrado le dijo “¡por fin caíste!”. Luego apunto con el arma al declarante (don Virgilio Hidalgo) y luego a doña Flor de María Reátegui Morey “que gritaba y lloraba pidiendo auxilio al señor subprefecto”, luego se volvió a dirigir a Conrado y le dio un golpe en la cabeza con su garrote, hecho que fue reclamado por doña Flor de María entre llantos y lamentos. Luego el oficial siguió disparando dentro de la casa. En esas circunstancias llega el subprefecto con varios pobladores y toman preso al oficial. Este testigo declara que el oficial permaneció preso por dos días hasta que fue entregado a la comisión de la “Guardia Urbana” según fue coordinado por el señor subprefecto.
El testigo don Manuel Gil relata que entró a la casa después del ataque y vio a don Conrado Sarmiento sentado en una silla herido, a doña Manuela Morey “tirada en el suelo”, a doña Flor de María Reátegui Morey “sentada en una silla envuelta en lágrimas y pidiendo misericordia”.
El alcalde don Eduardo Jiménez Seminario cuenta que desde hace 15 días veía al teniente con un grueso garrote amarillo que lo portaba en actitud amenazadora. Señala que el día del incidente en horas de la tarde el teniente “vociferaba en la plaza pública y en la casa comercial de don Santiago Bartra Villacorta haciendo continuos disparos de revolver, que tenía en constante alarma al vecindario”. Ese mismo día atacó a “garrotazos” al empleado de la Compañía Nacional de Recaudación don Eusebio García y que las cosas hubieran sido peores sino hubiera sido por la oportuna intervención del señor Santiago Bartra Villacorta.
Da más detalles del ataque a don Laisamon Bartra cuando este trato de huir “siendo seguido de cerca por el oficial a tiros de revólver de los cuales uno le escapó por la sien derecha haciéndole una pequeña quemadura y otro le alcanzó por la pierna derecha, herida que motivo su caída en la esquina que forma la casa comercial del señor Bartra Villacorta con la iglesia”, de ahí fue conducido preso por el oficial y sus gendarmes al cuartel “donde siguió golpeándolo y ultrajándolo cobardemente”, “el herido pidió a gritos auxilio sin que nadie pudiese acercarse porque el oficial decía en voz fuerte y altanera: ya fregué al gran Laisamon Bartra, ahora me falta a Sarmiento, al alcalde, y el viejo largo (sic) de Hidalgo y nadie pasa por aquí porque le mató”.

A pesar de las amenazas del oficial, el señor Ureña se dirigió al cuartel a averiguar sobre la condición del señor Bartra siendo recibido a garrotazos por el oficial y luego perseguido a balazos. El señor Ureña huyó y se refugió en casa de doña Flor de María Sandoval con una herida leve en la cabeza. En su relato indica que luego de atacar al señor Ureña se puso a vociferar improperios contra la familia Reátegui Morey, contra el señor Virgilio Hidalgo y contra el alcalde siendo en ese momento abordado por el subprefecto que lo conduce al cuartel con dificultad pero sin desarmarlo, eran las diez y media de la noche aproximadamente. A eso de las once de la noche, el oficial se dirigió de manera intempestiva a la casa de doña Manuela Morey “preguntando en tono altanero porque estaba abierta la puerta y que donde estaba el doctor Conrado Sarmiento”, ante esto los presentes se dirigieron al interior de la casa y como el oficial quiso seguirlos, el señor Sarmiento lo detuvo y le increpó su conducta violenta y es aquí donde el oficial contesta con dos disparos, “uno le alcanzó en el brazo izquierdo de gravedad quedando la bala incrustada y el otro fue a la pared de la sala”.
Luego de caer herido lo golpea con el garrote gritando insultos y le escupe cobardemente en el rostro. La señora Flor de María Reátegui Morey estaba al lado del herido y fue continuamente amenazada por el oficial “quien no cesaba de cometer crímenes inauditos de atropellos en la persona del doctor Sarmiento”. Este testigo relata que estaban presentes junto con él: el doctor Sarmiento, el profesor Ureña, don Virgilio Hidalgo, doña Herlinda Reátegui Morey, doña Flor de María Reátegui Morey, una empleada y el hijo único del doctor Sarmiento quien tenía tres meses de nacido.
Luego el alcalde Jiménez hace una declaración contra el subprefecto: “que hace más o menos dos meses los amigos personales del doctor Sarmiento han sido continuamente amenazados por este frustrado teniente Enrique Villacorta y que nuestras quejas no han sido oídas lo que ha motivado que día a día aumenten los abusos contra los que no tenemos la desgracia de pertenecer al bando político cuyos intereses patrocinaba el (…) teniente Villacorta, que extrañó mucho como el subprefecto de la provincia no haya desarmado al oficial y puesto preso después de los atropellos del día y del homicidio en contra de la persona de don Laisamon Bartra, dejando a este comando de tropa en libertad para que siguiera su sanguinario plan de exterminio en las personas tantas veces indicadas”.
Don Santiago Bartra Villacorta relata muy detalladamente como el día del ataque desde las 8 de la mañana hasta la 1 de la tarde el teniente Villacorta estuvo en su local comercial tomando aguardiente. Relata que a la 1 de la tarde cuando los niños salían de la escuela se acercaron al local comercial y el teniente los alejó con dos tiros al aire, hecho que fue reclamado por don Santiago Bartra. Luego dentro del local agredió a otra persona con su garrote, hecho que también fue reclamado por Santiago Bartra. A la hora del almuerzo, ya en casa de don Santiago Bartra, pidió a uno de sus soldados una botella de champaña. El relato de los hechos vergonzosos e intimidantes continúa.
Don Julián del Águila cuenta que llegó al establecimiento de Santiago Bartra Villacorta como a las doce y también confirma que el teniente se encontraba en estado etílico y violento.
Don Lizardo Linares también da razón del estado incontrolable que se encontraba el teniente Villacorta.
El expediente continua, en 1916 se ordena la prisión del teniente Villacorta quien se hallaba prófugo. Con edictos publicados en octubre de 1916 se emplaza al “reo ausente” Enrique Villacorta a que se presente en la cárcel de Moyobamba a defenderse de los cargos.
Finalmente en junio de 1933 se ordena que se archive el caso por haber prescrito. Don Conrado Sarmiento había fallecido recientemente en febrero de 1933 en Iquitos por envenenamiento por plomo causado por la bala que nunca pudo ser extraída, don Laisamon Bartra fallecería en febrero de 1942 en Tarapoto.

No sabemos qué pasó con el prófugo y reo ausente teniente Enrique Villacorta.
Nota: los documentos originales del juicio se encuentran en el Archivo Regional de San Martin en Moyobamba. 

Fechas 18 de  Abril al 18 de Septiembre de 1933(libro 14, folio 59)  y 29 de Abril de 1913 al 22 de Diciembre de 1931 (libro 73, folio 69). Total de páginas 116.






TRANSCRIPCION TEXTUAL DE ALGUNAS PAGINAS 
DEL EXPEDIENTE


Pagina A
En nombre de la Nación, el juez de Primera instancia de Moyobamba, Huallaga y San Martin al juez de Paz de Tarapoto.
Hace saber que en lo criminal de oficio contra el jefe de Gendarmes de Tarapoto, don Enrique Villacorta por heridas a bala se ha mandado a librar el siguiente despacho:
En la capital de Tarapoto a los 16 días del mes de Abril de 1913 compadecieron en este juzgado los peritos, señores Elías Linares y Adolfo Pinedo nombrados para reconocer las heridas hechas al doctor Conrado Sarmiento y a don Laisamón Bartra Flores y expusieron lo siguiente: que después de haber verificado dicho reconocimiento con la debida detención habían encontrado que el referido doctor don Conrado Sarmiento tenía una herida grave en el brazo izquierdo que parece ser hecho con arma de fuego y que según su circunferencia sería una bala de calibre treintaiocho. La bala ha roto la disfasia del hueso humero que es el esqueleto del brazo. No ha salido la bala.
Pagina B  (LBF en realidad tenía 39 años en 1913)
Como queda dicho de 32 años de edad, natural de Tarapoto, vecino y residente en esta, casado, comerciante, de religión católica y de instrucción media.
Preguntado si sabía o tenia noticias de los delitos cometidos por el teniente don Enrique Villacorta en la noche del 15 del presente, si conoce al autor o cómplices o presume quienes lo sean dijo: que a las siete de la noche del día quince se encontraba en compañía de su espos(x) y la señora Julia Guerra de Cabrera conversando en la puerta de su establecimiento y en esos momentos se presentó don Aurelio Phillips quien le invito que salieran a pasear y que a pocos momentos se presentó don Daniel Sandoval, que los tres juntos emprendieron marcha y que se encontraron con el señor don Laisamon Bartra y don Rosendo Zegarra, que allí se separaron el señor Phillips por la calle de la izquierda con dirección a la oficina del señor visitador don Lizandro Nieves y que a pocos momentos ( --- ) llagan a la puerta de del señor Laisamon Bartra. Don Moisés Rojas, que de allí se dirigieron los cinco en calle recta hasta la esquina del señor Santiago Bartra Villacorta y que
Pagina C
de allí voltearon por el lado izquierdo y que a media cuadra para llegar a la puerta de la iglesia se detuvieron el declarante a corta distancia donde encendió el señor Rojas su cigarro y que el declarante le alcanzo su fosforo que Zegarra y Bartra seguían adelante y que al llegar estos a la esquina del mercado vieron desplegarse a dos personas que se hallaban juntas (-----) uno que tomo a Zegarra de la mano y vio que el oficial Villacorta descargo a palos a don Laisamon Bartra y llamo al cabo del cuartel y le dijo que la tropa (---)y que vio dos o tres soldados armados y oyó la detonación de un tiro hecho por el señor Villacorta sobre don Laisamon Bartra que se hallaba tendido en el suelo y que viendo esto el compañero del oficial don Arturo Velásquez le quería detener y que lo pudo contenerlo y que viendo a Bartra en el suelo alocó y pedía auxilio a la madre y al señor Juan Chávez diciendo que ya el oficial le mató a don Laisamon Bartra.
Pagina D
Preguntado si conocía a don Enrique Villacorta, a don Conrado Sarmiento y a don Laisamon Bartra; si han tenido algunas relaciones  de amistad con ellos dijo que conoce a don Conrado Sarmiento por ser una persona pudiente de esta localidad, así como al señor Laisamon Bartra y que al oficial Villacorta lo conoce pero que no ha tenido amistad ni relación con él.
Peguntado si sabe o tiene conocimiento de la herida hecha a don Conrado Sarmiento dijo que a las once de la noche oyó de su cama tres tiros de revolver y que en ese momento abrió su puerta y pregunto a la vecina doña Julia Guerra que si había oído los tiros y le contesto que no; en momentos de cerrar la puerta oyó una voz pero no pudo reconocer y que volvió a abrir su puerta a preguntar que es loe había acontecido y que la señora Julia Guerra le contesto que el señor ( Cueva?) y don Eduardo Jiménez le acababan de manifestar que la casa de la señora Manuela Morey de Reátegui habría sido allanada por el oficial Villacorta a mano armada.
Pagina E
Donde hirio al señor Conrado Sarmiento en el brazo izquierdo y que sabía más al respecto.
(Leida?) Que le fue esta declaración de principio a fin se afirmo y ratifico en ella sin modificar ninguna, firmándola conmigo y testigos acta con que se certificó__ Justiniano Vigil

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Mas detalles del intento de asesinato en contra de mi bisabuelo Laisamon Bartra, ( hay dos folios con el Dr Conrado Sarmiento)
fecha: 18 de abril 1913, 18 de sept 1933 .....libro 14, folio 59
fecha: 29 de abril 1913, 22 de dic 1931 ...... libro 73, folio 69


PARA MAYOR INFORMACION, APERSONARSE AL 
ARCHIVO REGIONAL DEL GOBIERNO REGIONAL DE SAN MARTIN 
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